“Pamba para los que se desaniman”

Predicado el domingo 5 de Septiembre del 2004  am.

 

Texto:  2 Corintios 4:16-18

Introducción:

Mentiría con toda mentira, si dijera que nunca en la vida me hé desanimado, pero también mentiría si dijera que no hé buscado la manera de salir de esa condición.  Hé luchado, he salido y hé visto las cosas diferentes por haber salido, también hé visto, qué hubiera pasado de mi vida si le hubiera hecho caso al desgano y al desánimo y me he dado cuenta que es mejor salir de esa condición que ser víctima de ella.

 

También con el correr del tiempo me he dado cuenta que no solo yo me he sentido así, pero también me he dado cuenta que los que pudieron haberse desanimado, pudieron haber arruinado la vida de más de uno y seguro que de muchos, por lo tanto el mensaje de ésta mañana va para todos aquellos que necesitamos abrir bien los ojos y detectar todas aquellas cosas que nos quieren derribar y luego reírse de nosotros por no haber tenido el valor de luchar contra las adversidades que se nos vinieron.

·       Los que se desaniman no piensan en su futuro

·       Los que se desaniman no piensan en el futuro de los demás.

·       Los que se desaniman desconocen el poder que tienen Las Promesas de Dios.

·       Los que se desaniman no llegan a la meta

 

En el texto leído encontramos todo y mucho más de lo que a cualquiera de nosotros pudiera pasarnos en la vida y aún así el apóstol no desconocía las intenciones de las cosas que vivía pero tampoco ignoraba el poder que tenían las Promesas de Dios y en ellas son las que nosotros debemos de confiar.

 

2 Corintios 4:7-15  Pablo se desanima y nos arruina a TODOS!!!

 

1.- Abraham se desanima por la muerte de su padre?

Génesis 11:26-32

 

 

2.- Moisés se desanima y el pueblo no entra en la Tierra Prometida:

Números 14:1-4

Números 21:

 

 

3.- Jesucristo se desanima y ninguno de nosotros hubieramos conocido la Salvación de nuestras almas.

Lucas 4:14-16, 28-30

Mateo 13:54-58

 

                           Gálatas 6:9

No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque

a su tiempo segaremos, si no desmayamos!