Introducción:
El Dr. James Kennedy en uno de sus tantos libros de
evangelismo y discipulado, cuenta una analogía en la cual hace mención de la
vida del cristiano en su vida nueva y el Nuevo dueño de ese cuerpo y de un
edificio que recién ha sido comprador. El
antiguo dueño pretenderá reclamar algo, si se le permite ser inquilino, esa
casa ya no sera cuidada como la cuidaría el verdadero dueño.
Cuando nosotros aceptamos a Cristo en nuestras vidas,
Dónde pues está el problema? Ya hemos sido limpiados por Cristo, el
enemigo quiere usarnos, quiere dominarnos, quiere manipularnos para hacer que
toda nuestra casa luzca horrible.
En ésta mañana miraremos algunas de la
cosas que usará la persona a
quien usted le permita usar su cuerpo que ha sido ya limpiado para ser usado
UNICAMENTE POR DIOS. Santiago 3:13-16
Que Dios nos libre de ser esclavos de nosotros mismos, que
Dios nos libre de que este cuerpo que él nos ha dado para alabarle, bendecirle
y predicar su palabra, sea usado como cárcel.
Jeremías 37:15; Hechos 29: 30-31
1.- No le
rente su casa al odio ó al rencor: Prov. 10:12
1 Juan 2:9-11
1
Juan 3:15
Ø Destruirá su interior
Ø Destruirá su exterior
Ø Nadie le mirará con Buenos ojos
Ø Nadie se acercará a usted
Ø Nadie le confiará nada en sus manos
2.- No le
rente su casa a los celos: Génesis
4:3-6
Génesis 37:3-4
1
Sam. 18:8-9
Ø Destruirá su mundo de relaciones
Ø Lo conducirá a hacer cosas incorrectas
Ø NO mirará nada bueno en las personas
Ø Todo cuanto haga, para usted está mal.. aunque esté bien.
Ø PROVERBIOS 6:34
3.- No le
rente su casa a la maldad: Prov. 17:5
Prov. 17:13
Ø No acelere sus últimos días
Ø No invite a que lo pongan en su lugar
Ø No provoque a Dios
Ø No traiga el infortunio a su casa
Ø No involucre a sus hijos en su desgracia