“No espere que le venga el mal…”

Predicado el domingo 15 de Febrero del 2004  am.

Texto:  Proverbios 1: 23-29

Introducción:

          La mayoría de nosotros nos hemos acercado a Dios porque nos vino una desgracia.  El Precio que hemos pagado por acercarnos al reino de Dios ha sido bien elevado.  Los que todavía no lo han hecho deberían de poner mucha atención a lo que hemos tenido que pasar y vivir para estar en donde estamos en la actualidad.

 

          Alguien decía que el hombre sabio es el que aprende de los errores y de las desgracias de los demás!!!

 

          Para los que ya estamos ahora en el evangelio nos es demasiado tarde ya que lo amargo lo hemos probado.  No nos arrepentimos al contrario, le damos gracias a Dios que las desgracias que nos vinieron nos hicieron mas sensibles y nos hicieron reconocer la necesidad que teníamos de el.

 

          Aún dentro del cristianismo tenemos que pasar por varias transformaciones para acercarnos y cumplir la Voluntad de Dios, que es servirle en integridad y vivir enteramente para El y para Su Reino.

 

          Por lo tanto, el sermón de ésta mañana ha sido diseñado para aquellos que todavía no le conocen y no quieren acercarse y para aquellos que ya le conocemos pero todavía mantenemos una distancia.

         

          Es mi deseo que a ninguno de los dos grupos a dirigirme tengan que experimentar el dolor para reaccionar ante el llamado Divino.

 

El Primer grupo dice:

 

          * Yo no vengo a la iglesia porque aquí solo hipócritas

             hay.

          * Yo no acepto porque conozco alguien que dis que lo

             hizo y se comporta peor que yo.

          * Yo el día que lo haga lo voy a hacer de verdad!

          * Yo estoy tan ocupado que no tengo tiempo para esas       

             cosas de iglesia.

 

 

El Segundo grupo dice:

 

          * Yo sé que no asisto a la iglesia como debiera

          * Yo sé que no estoy involucrado  en el servicio del Señor como

            debiera estar.

* Yo sé que no soy el ganador de almas que quisera se

          * Yo sé que no contribuyo a la iglesia ni le doy a Dios lo que en

             realidad debiera de dar.

* Yo sé que no tengo el testimonio que quisiera tener

 

 

ENTONCES NO ESPERE QUE LE VENGA EL MAL…

 

 

Porque permitame decirle lo que ha tenido que suceder en la vida de muchos que conozco para que llegasen a hacer cambios radicales en su vida.  No espere que sucedan cosas que ahora mismo Dios se las quiere evitar.  Lea de nuevo conmigo el texto inicial:  Proverbios 1:23-29

 

I.                  Que alguien de la familia muera

II.               Que lo despidan del trabajo

III.            Que esté en prisión -   (El Sheriff)

IV.           Cuando lo lleguen a hospitalizar

V.              Al perder su matrimonio

VI.           Cuando se le detecte una enfermedad incurable

VII.        Cuando esté a punto de lo que deporten

VIII.     Etc.

 

No puedes culpar a Dios, a tu iglesia, al predicador y tus hermanos en Cristo porque con anterioridad y suficientes veces lo hemos predicado.

 

Proverbios 29:1, 5:11-14

Juan 12:48

Isaías 1:2-5

Salmo 32:8-10

2 Crónicas 36:15-16

 

No se trata de seguir extrayendo versículos y pasajes de la Biblia que hablan de lo miserable que es vivir alejado de Dios y ser indiferente a El y a Su Reino.

 

Repito otra vez más que deseo que ninguno de nosotros tengamos que ser amonestados y reprendidos por Dios de la forma que sólo El lo sabe hacer para poder reaccionar y entregarle nuestra vida sin reservas.

 

No es una amenza…

No es una advertencia…

Es simple y sencillamente UNA SUGERENCIA!!!