Sermón # 981

Miércoles 29 de Enero del 2014

Por Rev. Carlos Navarro – Pastor

 

Título:  “El Salmo 142”

Texto:  Salmo 142:1-5

 

Introducción:

 

     Le han pasado a usted cosas que ha comentado pero parece que a nadie le importa lo que usted dice y lo que usted siente?

 

     David se encontraba en una cueva huyendo de Saúl, no lo hacía por ser cobarde ó por que hubiera hecho algo que mereciera un castigo… prefirió esconderse al ver que nadie creía en él de su inocencia de no haber querido hacer nada en contra del rey Saúl.

 

     David se sentía incomprendido, señalado y  rechazado.  Ese fué el momento que usó para hablar cara a cara con Dios y exponerle su caso; Dios le vió, le escuchó y le respondió al ver que su corazón era recto y sincero para con El.

 

     Se ha sentido usted en algunas veces que su dolor no lo siente ó comparten otros?  Se ha sentido usted alguna vez, que su tristeza no es para otros lo que usted verdaderamente lleva dentro de su corazón?

 

     Esa fué el momento que David utilizó para:

 

-          Hablar con Dios

-          Confesar su impotencia ante Dios

-          No ocultarle nada a Dios

-          Confiar en Dios

-          Esperar en Dios

 

     Veamos paso a paso cada palabra de éste maravilloso hombre de Dios. 

1.- Con mi voz clamaré – pediré:               Salmo 142:1

 

·        Rodeese de personas que se interesen por su vida

·        Pero no se olvide de pedirle personalmente a Dios

·        Espere en las peticiones de otros a favor suyo, pero no deje de hacerlo usted

·        Vehículos y teléfonos que reconocen la voz de su dueño.

·        Dios conoce el tono y timbre de su voz… no deje de buscarlo.

·        Para Dios no debería ser extraña nuestra voz

 

2.- Delante de él expondré – manifestaré:

                                                                   Salmo 142:2

·        No tengamos miedo de contarle todo a Dios

·        No le guardemos nada a Dios

·        Hay cosas que no seríamos capaces de decírselas a otras personas

·        Dios tiene y debe de ser el mejor confidente de nuestras vidas

·        Dios nos conoce, nos entiende y sabrá como darnos respuesta, la respuesta que más nos conviene.

 

3.- Saca mi alma de la cárcel:                  Salmo 142:7

·        Sacar de la cárcel, puede ser sácame de ésta situación en que me encuentro

·        Sáname de mi enfermedad

·        Sácame del conflicto en que estoy

·        Arregla mi problema.

·        PERO A CAMBIO DE ESO, me comprometo a alabarte con todo mi corazón el resto de mi vida.

·        Me comprometo contigo a no volver a enredarme en nada.

·        Me comprometo a que no viviré para nadie, más que para ti.