Sermón # 978

Miércoles 22 de Enero del 2014

Por Rev. Carlos Navarro – Pastor

 

Título:  “El Salmo 141”

Texto:  Salmo 141:1-2

 

Introducción:

     El estudio de ésta noche tiene muchísimo significado para nosotros como iglesia, porque hemos venido pasando momentos nada agradables al ver sufrir a muchos de nuestros hermanos con situaciones sumamente penosas y tristes con respecto a su salud. 

 

     Quizá para otros éste Salmo no tenga tanto             significado como lo tiene para nosotros puesto que decidimos semanas atrás buscar a Dios de una forma como no lo habíamos hecho antes y LO ENCONTRAMOS, le pedimos y NOS RESPONDIO.

 

     Hemos aprendido mucho viendo el sufrimiento e impotencia en otros, hemos descubierto que no habíamos estado nunca antes tan unidos como Iglesia, como lo hemos experimentado ahora.

 

     Las cosas que han pasado y están pasando han sido lecciones para:

 

-          AFIANZARNOS A NUESTRA FE

-          A NO DARNOS POR VENCIDOS

-          A NO DEJAR DE CREER

-          A NO DEJAR DE SERVIR

-          A NO DEJAR DE ESPERAR EN DIOS

-          DARNOS CUENTA QUE EN SI DIOS LES HA RESPONDIDO A ELLOS, TAMBIEN LO HARA CON NOSOTROS, CUANDO LE NECESITEMOS.

 

 

     Lo que hemos visto a Dios hacer en nuestro medio y lo que hemos oído de nuestros hermanos en sus testimonios, dejan un precedente en nuestra Iglesia, deseamos que ninguno de los que estamos pendientes de recibir el favor de Dios, sigamos confiando hasta que Dios nos conceda nuestras peticiones y aquellos que han escuchado algo acerca de Dios se puedan acercar a El y conozcan al maravilloso Dios que tenemos y al que servimos.

1.- Jehová, a ti he clamado:                      Salmo 141:1

 

·        Se dice que abrimos la boca aproximadamente 700 veces al día para hablar.

·        Cuántas de esas veces lo hacemos para hablar con Dios, con el verdaderamente que tenemos que hacerlo?

·        Semanas que hemos venido hablando con Dios

·        Semanas que hemos venido clamando a Dios y lo lindo de todo es que Dios no ha escuchado y nos ha contestado.

·        Cuando llegue el momento más apremiante en mi vida y al ver visto lo que Dios ha hecho con muchos de ustedes, yo haré lo mismo.

·        Ser pastor no me exime a mí de que algún día necesite de Dios

 

2.- Suba mi oración delante de ti:             Salmo 141:2

 

·        Así como el incienso del sacerdote sube al cielo con olor fragante, así subió al trono de Dios nuestras oraciones.

·        Apocalípsis 5:8;8:3-4

·        Nuestras oraciones sinceras, nuestras oraciones en tiempos de angustia, nuestras oraciones en tiempo de necesidad, nuestras oraciones en tiempo de dolor y tristeza han sido ese incienso que llegó a Dios.

·        Dios sintió la fragancia y nos ha dado lo que hemos pedido.

·        Ahora y a partir de ahora entiendo que cada vez que oremos al Señor, sabemos que El estará esperando que llegue ante su presencia.

 

3.- No dejes que se incline mi corazón a cosa mala:

                                                                   Salmo 141:4

 

·        No permitamos que nuestras debilidades nos obliguen a inclinarnos a hacer las cosas que a Dios le disgustan.

·        David reconoce sus debilidades y la inclinación de sus deseos hacia cosas carnales, por eso al reconocer que Dios ha escuchado su oración una y otra vez, ahora le pide que no lo sus debilidades no lo arrastren.

·        No nos dejemos seducir por cosas que nos alejarán de Dios

·        Procuremos inclinarnos a hacer aquellas cosas que nos acercan a Dios.