Sermón # 917

Miércoles 3 de Julio del 2013

Por Rev. Carlos Navarro – Pastor

 

Título:  “El Salmo 123”

Texto:  Salmo 123:1-4

 

Introducción:

 

     Este es el 4to. Salmo de los que hemos venido explicando que son los himnos que los judíos cantaban cuando subían a Jerusalén a celebrar las fiestas establecidas por Dios.  Lo hacían de una forma alegre, reverente, unánime y no había otro objetivo más que alabar a Dios y reconocerlo como el Dios de sus vidas.

 

     Estos salmos anteriores inician con frases solemnes y firmes:

 

-          A Jehová clamé – 120

-          Alzaré mis ojos – 121

-          Yo me alegré – 122

 

     Y éste Salmo inicia diciendo:  A tí alcé mis ojos…

 

     El Salmo de ésta noche tiene que ver con la cantidad de paciencia que nosotros podamos tener para poder esperar el favor de Dios.  Muchos hemos arruinado muchas cosas en la vida por ser impacientes… muchos hemos dejado de recibir más de algún favor en la vida porque fuimos presa de la impaciencia.     Hebreos 6:12

 

     NO necesariamente porque nos encontremos en algún apuro ó en alguna situación adversa nosotros tenemos que obrar arrebatando ó condicionar a Dios queriéndole poner un tiempo ya que Dios no está sujeto a nuestro tiempo sino que nosotros para poder alcanzar el propósito de la vida, debemos de aprender a ajustarnos al Tiempo que Dios tiene destinado para nosotros.  Una buena terapia sería que podamos darle un vistazo a la vida de aquellos grandes hombres y aquellas maravillosas mujeres de Dios que supieron dar lectura en sus vidas a lo que Dios estaba tratando con ellos.

1.- A tí alcé mis ojos:                                 Salmo 123:1

 

·        Aquí podemos encontrar algo maravilloso de comprender, que la ayuda nuestra no se encuentra aquí en la tierra.

·        Debemos de aceptar que nadie tiene en sus manos la respuesta a nuestra necesidad

·        Por lo tanto, dejemos de perder el tiempo y seguir pensando que la respuesta del banco, la llamada que espero, el préstamo que necesito, la aprobación de mi solicitud al gobierno.  Que me concedan la beca, que me den X cosa que supuestamene me hará salir del problema.

·        El salmista alzó sus ojos al cielo en donde está el trono de Dios y de allí vino su respuesta.    Salmo 20:1-2 – Oseas 13:9

 

2.- Hasta que tenga misericordia:            Salmo 123:2

 

·        Así como los ojos del siervo miran la mano de su amo esperando recibir algo

·        Así como cuando tenemos una fiesta y llegan los invitados, lo que vemos es a sus manos para ver si trae un regalo.

·        Así como cuando vamos al médico y vemos sus manos para darnos algo que nos alivie.

·        Con esa misma actitud debemos de mantener nuestra mirada en las manos de Dios porque en sus manos está la bendición de nuestra vida.

·        Hechos 3:1-6 

 

 

3.- Hastiada está nuestra alma:             Salmo 123:3-4

 

·        Víctima de mofa y burla en su trabajo por su fe?

·        Víctima de amenazas en su trabajo?

·        Víctima de sarcasmo entre sus compañeros de trabajo?

·        Víctima por su condición de ser mujer (aparentemente indefensa)

·        Víctima de chantajes?

 

ALCE SUS OJOS AL CIELO…Dios está esperando que usted mueva sus labios para hablarle para que el pueda mover sus manos y enviarle ayuda.