“El deseo de Cristo para nuestra Iglesia”

Iglesia Bautista West Brownsville

Miércoles 23 de abril del 2003

Por Rev. Carlos Navarro

 

Jesucristo estableció una relación UNICA con los doce apóstoles, una relación

como con ninguna otra persona, relación que también extendió a todo aquel que

quisiese ser su discípulo, al vivir así definió su estilo de vida, enseñanza diferente

a las demás de la época y dejar un ejemplo en todo.  Jesucristo quiere hacer lo

mismo con su iglesia de hoy, con la iglesia que se quiera dejar moldear por El.

LUCAS 9:1-6

Lo que hizo con los apóstoles... lo quiere repetir con nosotros!

Los apóstoles respondieron a un llamado: SIGANME... nosotros queremos hacerlo!

Las vidas de ellos fueron transformadas... LAS NUESTRAS TAMBIEN!

Los apóstoles recibieron instrucciones... NOSOTROS TAMBIEN!

Los apóstoles fueron comisionados... NOSOTROS TAMBIEN!

Cristo fomentó un espíritu de Unidad y comunidad entre los apóstoles... Nosotros

queremos también vivir así.

 

A- Seleccionó a unos pocos hombres: Fueron sólo 12 los que de los miles

recibieron el Plan para continuar con Su Trabajo... ya que El regresaba al Padre.

 

B- Estableció un vínculo cercano a ellos: Los atrajo a El mismo, se quedó con

ellos, vivió con ellos, compartió con ellos, sufrió con ellos, se gozó con ellos, nunca

ocultó nada, se mostró a ellos - NO GUARDO NADA.

 

C- Demandó OBEDIENCIA: Nunca pidió perfección, tampoco inteligencia, sola-

mente demandó que fueran fieles, que estuvieran dispuestos a negarse a sí

mismos en bien de otros y del Reino de Dios.

 

D- Les mostró cóomo vivir: Practicando la oración, escudriñando las Escrituras,

sirviendo y compartiendo el evangelio de una forma natural y libre.

 

E- Les Delegó y los supervisó: Les asignó tareas, les pidió que hiciesen siempre

la Voluntad del Padre, les llamaba para diesen cuenta de lo delegado, les pre-

guntaba, les amonestaba, todo lo hacía con fín de que permaneciésen encamina-

dos y enfocados en lo que habían sido llamados.

 

D- Esperaba Frutos:   Jesucristo esperaba que sus vidas se reprodujeran en la

vida de otros.