Sermón # 1384

Domingo 27 de Agosto del 2017 – pm.

Por Rev. Carlos Navarro – Pastor

 

Título:  “35 minutos de Vergüenza”

Texto: Hechos 2:41-47

 

Introducción:

 

     Durante los próximos 35 minutos en que se va a predicar éste sermón, lo único que vamos a tener es vergüenza al comparar a la Iglesia de hoy en día o en otro caso, si comparamos a nuestra Iglesia local con la Iglesia Primitiva, los primeros creyentes que llegaron a ver después de la resurrección de Cristo.  Si no alcanzamos a estar de acuerdo con el estilo de vida de ellos y vivir como ellos vivieron; es mejor que la Iglesia deje de llamarse Iglesia y mejor se constituya en un Club Social.

 

     La Iglesia con el correr de los años, gradualmente ha ido perdiendo su identidad, su razón de existir y el gusto que inicialmente tenía.  La Iglesia  de hoy en día, cualquiera que fuera su denominación se ha ido enanizando y está a punto de dejar de ser lo que fué en sus inicios; ellos fueron un grupo de gente comprometida con su Señor, un grupo de creyentes que solemnemente decidieron hacer realidad las órdenes y deseos de su Jefe Supremo El Señor Jesucristo.

 

     En nuestra Iglesia, en éste noche vamos a poner todo de nuestra parte porque podamos parecernos en lo que más podamos a aquellos nuestros hermanos en Cristo que inciaron lo que ahora nosotros hemos continuado llamando Iglesia. Cada uno de nosotros vamos a poner nuestro granito de arena para que podamos orgullosamente llamarnos la Iglesia de Cristo.

 

1.- Sus Predicadores eran Audaces:    Hechos 2:36-41

 

·        Los predicadores de ahora tenemos miedo a decir la verdad

·        Porque las audiencias de ahora quieren escuchar cosas agradables

·        Tenemos que rebuscar palabras para no ser política o religiosamente incorrectos

·        Ya no llamamos al pecado como tal

·        Nos sentimos intimidados o amenazados por algún grupo de resentidos en la iglesia y buscamos la forma de congraciarnos con ellos.  Gálatas 4:16

2.- Sus Miembros eran Solidarios:       Hechos 2:42-45

 

·        Hoy en día la mayoría de sus miembros son ocasionales, eventuales

·        En cambio los hermanos de la Iglesia Primitiva, eran hermanos entregados, perseveraban, eran constantes, eran coherentes con lo que decían y creían.

·        NO existía otra cosa más importante para ellos, que crecer en su nueva Fe, en conocer más de su Señor.

·        Aprendieron a vivir en comunidad – si había algún necesitado TODOS procuraban su bienestar.

·        Se comunicaban sus problemas, sus necesidades, sus alegrías, sus tristezas, gozaban de un buen compañerismo y aprendieron a resolver todo a través de la oración.

·        Pero hoy Vivimos alejados el uno del otro, en todo el sentido de la palabra

·        Hemos hecho un círculo en nuestras vidas, donde no entra nadie, aunque le llamemos hermano o hermana a la persona que adora juntamente conmigo.

·        Vivimos en nuestro propio mundo y no lo compartimos con nadie.

·        En cambio, en la Iglesia Primitiva, dice que los hermanos entendieron que todo era de todos; nadie era dueño de todo.

 

3.- Su Testimonio era Maravilloso:      Hechos 2:46-47

 

·        Eran Constantes en sus compromisos con su Iglesia

·        Daban buen testimonio al mundo de que eran nuevas personas

·        Era atractivo formar parte de esa Iglesia a pesar de las persecuciones

·        Alababan a Dios con sus acciones y no con sus discursos

·        Tenían el favor de todo el pueblo

·        Y lo más lindo era que Dios estaba orgulloso de ellos

·        Estamos por terminar estos 35 minutos de vergüenza al comparar lo que somos nosotros y lo que fueron ellos.  Nos apena no poder cumplir ni llegar al nivel de ellos.